
Después de aquello estaba claro que necesitaba una Megadrive, era de imperiosa necesidad tenerla. Todo el hype y el marketing que se habían hecho los meses antes al lanzamiento del juego solo era la punta del iceberg, la leyenda de Sonic había empezado y no había marcha atrás, SEGA ya tenía su ansiada mascota, en definitiva, un competidor a la altura para el imparable Mario que no paraba de vender cópias de su hasta entonces dos juegos.
Que voy a contar de Sonic que la gente no sepa, el juego es una obra maestra mirado de cualquier prísma y la ventaja que tenemos los de mi quinta es haberlo disfrutado en su momento, a parte de haber visto al completo la evolución del mundo de los videojuegos.

El juego era y sigue siéndo redondo, con una jugabilidad endiablada todo y utilizándo tan solo un boton, un botón para dar saltitos!!!
Las fases son casi inolvidables, la primera Green Hill, Marble zone, Laberint zone, Spring Yard o mi favorita, Starlight zone, preciosas todas, con su melodía característica y su final boss, Robotnik siémpre pero con sus diferentes artimañas. Luego estaban las dibertidas fases de bonus, dándo vueltas para coger las chaos emeralds, una maravilla.
Si le pongo un pero és quizás que me parece un juego tan sumamente redondoque me faltaría alguna fasecita más, cosa que con su segunda parte ya se alargó el panorama.
Pués esto era lo que presentaba SEGA al poco de sacar la Megadrive, sin duda un bombazo con toda regla, como nos gustaría que los rumores de hacer un Sonic clásico con la poténcia de la nueva generación de consolas se hiciera realidad, és justamente lo que el erizo necesita para salir del pozo en que le han metido sus própios creadores, una auténtica lástima la verdad.
Como ya comenté, para la próxima semana voy a seguir con la Megadrive, aprobechando que la tengo conectada...lo más seguro que desempolve otro clasicazo, que a raíz del exitazo de Sonnic se animarían todos a sacar juegos pletaformeros. Hablo de "Castle of Illusion", del Rey Mickey, otro juegazo del cual me encantará hablar.
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